martes, 19 de noviembre de 2013

Sara Labalestra: "Si otros han podido, ¿por qué tú no?"

Sara Labalestra Chinchilla, titulada en el grado de Publicidad y Relaciones Públicas
“Siempre hay que tener cara”

Sara Labalestra, se titula este mismo año en el Grado de Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad de Navarra, a los 23 años. Nada más acabar la carrera, ya se encuentra trabajando fuera de España, en Bruselas, gracias a la Beca Leonardo. Allí trabaja para la empresa JWT Brussels. Sin embargo, su vida laboral empieza mucho antes que todo esto. Desde el instituto Sara ha estado trabajando por su cuenta, en empleos temporales, para ganarse la vida y alcanzar sus objetivos. Sin embargo, en su tercer curso de carrera, Sara comenzó a introducirse poco a poco en la profesión. Sus primeras prácticas fueron en la Agencia de Publicidad Bostnan, dentro del Departamento de Creatividad y Producción. Seguidamente, vino la oportunidad de trabajar en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, como asistente de RRPP, acompañando a los invitados. Cuando finaliza sus estudios, encuentra un puesto en la cadena de televisión local Teledonosti y más tarde, en World Youth Alliance (“una ONG que trabaja por los derechos e intereses de la juventud”, explica Sara), con la que permaneció un tiempo en Nueva York.


¿En qué momento de su vida se da cuenta de que es esto a lo que se quiere dedicar?

Desde bien pequeña me decían que se me daba bien escribir y dibujar. Siempre he tenido algo de vocación. La verdad es que me considero una persona creativa. En primero de Bachiller me di cuenta de que era esto a lo que quería dedicarme. Además, creo que mis habilidades encajaban con esta carrera. Uno de mis profesores me enseñó par de libros sobre el mundo de la publicidad, que me inspiraron mucho. Sobre todo el libro de Advertising Now. Print, de Taschen.


¿Piensa que el hecho de estudiar en una universidad privada tiene ventajas sobre los estudiantes de cualquier universidad pública?

Suena muy triste… Pero sí. En verdad, soy partidaria de la educación pública. Es el mejor regalo que un Gobierno puede hacerse a sí mismo. Pero las universidades privadas tienen algo muy bueno: unas redes de contactos muy amplias para promocionar a sus alumnos cada año. A esto hay que añadirle la fama. Pero “universidad privada” no significa pagar solo por un título. En mi caso he tenido que esforzarme muchísimo para aprobar y no voy a decir que no ha sido duro. La Universidad de Navarra no pone las cosas fáciles, ni mucho menos. Yo creo que eso es lo que crea buenos alumnos. Supongo que el hecho de ser pública o privada no importa tanto, sino que es más bien la estrategia que se emplea.


¿Cómo toma la decisión de irse fuera y empezar algo nuevo en otro país?

Son varias las razones que me han llevado a estar donde estoy. Por una parte, conocí a mi novio con 17 años, el fue a trabajar hace dos años con una beca Leonardo a Barcelona. Y yo le correspondo yendo a Bruselas. Es algo que tenía planeado desde antes de la crisis, pero tengo que admitir que dadas las circunstancias es una buena oportunidad para encarrilar mi carrera sin incertidumbre. A parte de esto, mi padre no es español, sino italiano. Gracias a él he conocido siempre el sacrificio que supone ser un extranjero y sacrificar una vida anterior para empezar de cero otro país. No tengo mucho miedo. Además, Bruselas es la capital europea. La gente se mueve a la velocidad del rayo. No hay más que ver los precios de los billetes de avión para darse cuenta de la demanda de gente queriendo venir e irse. Es un flujo constante.


¿Puede citarme algún proyecto propio que haya supuesto mucho valor para ti?

En cuarto de carrera tocaba hacer el proyecto de final de carrera. El trabajo consistía en construir una agencia de publicidad desde cero y elaborar tres campañas de clientes reales. El primer cliente fue Fnac. Yo me ocupé de todo el tema visual para la presentación. Al acabar la exposición fue muy emocionante ver la reacción de la clase y del jurado. Me acuerdo que todos se levantaron para aplaudir. Cuando se finalizan los proyectos es de costumbre organizar la gala Cut & Copy Adwards de la Universidad de Navarra. Mi proyecto ganó tres premios, entre ellos a mejor campaña y Grand Prix por Fnac. La emoción y la felicidad que sentí en aquel momento no se pueden describir con palabras.

¿Y sobre proyectos ajenos? ¿Recuerda alguno que le haya llamado la atención?

Ahora mismo estoy muy interesada en la industria de videojuegos. Me inspiró mucho hace unos meses un proyecto de unos estudiantes canadienses. Desarrollaron un juego llamado “Pulse”. En ese juego el protagonista es un niño ciego que se tiene que abrir paso por unas plataformas mediante el sonido. Es un proyecto muy innovador que tuvo una acogida inmensa en Kickstarter. Me encantaría llegar a algo así en el futuro.


¿Nota muchas diferencias en la forma de trabajar de un país y otro?

En España se suele trabajar más “cara a cara”. Aquí, aunque tu jefe esté a menos de un metro y en la misma mesa, hay que mandarle un correo para informarle de cómo va el asunto. Aunque si la información viene de un superior, entonces sí. Se menosprecia mucho al becario. En España el ambiente de trabajo suele ser más relajado y cercano. Hay mejor energía. Más sano.


Hay quienes dicen que "hoy en día no haces nada solo con un título". ¿Qué opina al respecto?

Que se equivocan. Una y otra vez. ¿Qué pasa si no encontramos trabajo con el Máster? ¿Tendremos que sacarnos el Doctorado? Creo que los títulos de posgrado están muy sobrevalorados. Yo por ejemplo no puedo permitirme un Máster. En mi caso voto por encontrar trabajo como sea. Y la única forma es tener experiencia.
No hay nada como la experiencia y unas cuantas cartas de recomendación que hagan valer tus capacidades.


Ahora que está “situada” en una empresa, ¿piensa que estamos totalmente preparados para "lanzarnos" al mundo laboral?

Depende mucho de la persona. En mi caso no sentí estar preparada. Ni en ese momento ni ahora en este departamento. Mi opinión es que no. No salimos preparados. Es cierto que la teoría que nos dan nos sirve para situarnos. Pero yo creo que solo se consigue aprender de verdad con la experiencia. Y trabajar en lo que queremos es esencial para prepararnos. Un niño no aprende a caminar estudiando anatomía.


Un miedo muy común entre los estudiantes de Publicidad es el "¿y si yo no valgo para eso?" ¿Cuál es su opinión sobre ese temor?

Siempre existe el miedo. Lo valiente es borrarlo, eliminarlo de la mente. El miedo crea barreras y hace que el talento sea pequeño. Para tener talento hay que ser un poco niño y experimentar. Hay que probar nuestras habilidades y, claro, conocer nuestras limitaciones también. Hay que conocerse a sí mismo. Si nos dejamos llevar por el miedo nunca sabremos de lo que somos capaces. Si otros han podido, ¿por qué tú no?


¿Cree que hay que ser valiente y "echarle cara" a las cosas para obtener grandes logros?


Por supuesto. Siempre hay que ser valiente y arriesgarse. Estuve a punto de negarme a las prácticas de Nueva York por carecer de fondos para vivir allí. Echándole cara conseguí alojamiento gratuito y ayuda económica de mi universidad y de la Caja Rural de Navarra. No se trata de hacer barbaridades. Se trata de ser inquieto y aprovechar las oportunidades. Y si no, tienes que crear tú mismo las oportunidades.
Siempre hay que tener cara. El mercado laboral es una guerra de mil contra uno. A parte de cara hay que tener algo de envidia. La envidia crea ambición.






Sumario 1: “universidad privada” no significa pagar solo por un título

Sumario 2: "se trata de ser inquieto y aprovechar las oportunidades"

Sumario 3: "la envidia crea ambición"




¿POR QUÉ?


Alba Ruigómez Ruiz

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